Charo Toscano
Consultora de Comunicación

5 claves de las elecciones de 2020 en Estados Unidos

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Las elecciones en Estados Unidos nunca defraudan. La covid-19 ha marcado la campaña electoral y el resultado final de unas elecciones que el todavía presidente Donald Trump se niega a aceptar. Muchos factores inciden en ésta y en todas las campañas, si bien hemos destacado cinco claves que sobresalen en estos comicios.

Los recuentos en los distintos estados han dado al traste con las esperanzas de Donald Trump que, a día de hoy, aún se niega a aceptar los resultados de las elecciones en Estados Unidos y continúa agitando el discurso de fraude electoral.

Pese a todo, los estadounidenses han elegido al demócrata Joe Biden 46 presidente de EEUU. Y no sólo eso. Biden ha sido el candidato más votado de la historia del país, gracias entre otras cosas a que se ha producido una participación histórica.

A diferencia de las elecciones anteriores, en estos comicios el ganador ha conseguido tanto el voto de los colegios electorales (306 frente a 232) pero también el voto popular (Biden ha superado a Trump en 5,5 millones de voto).

La pandemia ha tenido una incidencia decisiva en las elecciones de Estados Unidos porque, al interferir en el desarrollo normal de la campaña, ha otorgado mayor protagonismo a la campaña digital. Cinco factores explican un resultado muy discutido por Donald Trump que, aun así, no ha tenido más remedio que autorizar el inicio formal de la transición de poder:

1. Voto anticipado

Estas elecciones en Estados Unidos han movilizado a más electores que nunca, con una participación récord del 65,7% del electorado. Esta histórica participación se debe al voto anticipado y por correo, que en estos comicios también han sido masivos por el Covid. En total, 93 millones de electores han acudido a las urnas antes del 3 de noviembre, lo que ha podido decantar la balanza final a favor del candidato demócrata según muestran los sondeos.

2. Estados clave vuelven a manos demócratas

En estas elecciones, en 13 estados no había una tendencia clara sobre el voto y, por tanto, ha sido considerados como “estados bisagra” y algunos de ellos han inclinado la balanza a favor del demócrata.

Joe Biden ha logrado recuperar tres estados del Rust Belt (Wisconsin, Michigan y Pensilvania), conocidos por el muro azul por su tendencia demócrata, pero que en los anteriores comicios cayeron del lado de Donald Trump. Arizona también ha vuelto a manos demócratas, al igual que Georgia.

3. La pandemia ha afectado negativamente a Trump

Hasta que estallara la crisis del coronavirus, las encuestas pintaban bien para el presidente Donald Trump, que ya pensaba en su reelección. La economía y las cifras de desempleo hacían ser optimistas al equipo republicano que, sin embargo, encontró en la Covid un gran escollo para resolver las elecciones de manera satisfactoria. Y, de hecho, el FMI prevé un descenso del PIB del 4,3% este año, el mayor desplome experimentado por EEUU desde la Gran Depresión.

La forma en la que Trump ha conducido la crisis, así como la caída de los indicadores económicos hicieron saltar todas las alarmas. El virus obligó también a los candidatos a variar sus planes de campaña, aunque Trump continuó celebrando algunos mítines multitudinarios, sin protocolos de seguridad.

No obstante, lo principal en una campaña, que es contacto personal con los electores, no ha sido posible y ha obligado a los equipos a intensificar la campaña digital.

4. La campaña más cara de la historia

Consecuencia de lo anterior, tanto Biden como Trump se han visto obligados a echar el resto a través de internet y las RRSS, desarrollando la campaña digital más cara de la historia. La factura total de la campaña ha sido de 11.000 millones de dólares, buena parte de los cuales se ha gastado en publicidad en redes sociales.

Ciento de versiones de un mismo anuncio se han colado en los dispositivos móviles de un público microsegmentado por intereses, colectivos, comunidad o estilo de vida, entre otros.

La publicidad de Biden ha estado dirigida a personas que les gusta Yoda, Star Trek, Avatar, el universo Marvel y los gatos, mientras que la publicidad de Trump se ha segmentado a personas a la que les gusta el fútbol americano y el beisbol, la Asociación Nacional del Rifle, los coches y el hip hop.

5. Fake News

Las noticias falsas también han estado presentes durante la campaña electoral y, en general, durante la administración Trump. Sin embargo, y debido a las críticas recibidas por la inactividad ante la mentira, las plataformas tomaron meses antes del inicio de la campaña una serie de medidas para frenar la viralización de los bulos y librar de sospecha a las elecciones en Estados Unidos.

Así, se han etiquetado como falsas, o directamente se han eliminado, publicaciones falsas destinadas a interferir en el proceso electoral o a deslegitimar los resultados electorales.

No obstante, los expertos consideran que la lucha de las plataformas sociales contra las noticias falsas no es real, y las medidas adoptadas son un lavado de imagen.

Retos de la Administración Biden

El demócrata Joe Biden será el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Con él regresan un equipo formado por conocedores de la administración americana que tiene por delante afrontar una serie de retos. El más inminente es la lucha contra el Covid-19 tras las muestras de colapso que está mostrando el sistema hospitalario en determinados estados.

Como consecuencia de la pandemia, cuya lucha se ha afrontado que en este país como si de una declaración de principios políticos se tratara, demócratas y republicanos están unidos en una cuestión: la necesidad de reactivación económica.

Otro de los retos a los que se enfrenta el país es la polarización racial y política. Los disturbios raciales producidos entre mayo y septiembre han sido los más graves en cinco décadas, convirtiendo a la tensión racial en uno de los temas de campaña.

Igual ocurre con la polarización política. Las elecciones en Estados Unidos no han dado lugar a un realineamiento de los grupos de votantes. Las ciudades siguen siendo mayoritariamente demócratas mientras que las áreas rurales continúan con la tendencia republicana.

La política exterior será uno de los puntos sobre los que la administración Biden tendrá que emplearse a fondo, después de que el país haya roto el consenso de alianzas internacionales, y las relaciones con sus tradicionales aliados y con buena parte de las potencias mundiales se encuentren en el peor momento en décadas.

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