Charo Toscano
Consultora de Comunicación

Comienza el trabajo también para la oposición

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Conformados ya los nuevos ayuntamientos tras las elecciones del 26 de mayo, comienza el trabajo. En cuatro municipios de la provincia de Huelva, sus gobiernos lo tendrán fácil. En Puerto Moral, Campofrío, Santa Ana la Real y Paymogo, el PSOE es el único partido que ha conseguido representación. Igual ocurre en otros cinco municipios de la provincia de Sevilla y en otros tantos en todo el país. Esto no es lo habitual, sin embargo. Lo normal es que un partido (o coalición) gobierne y que enfrente haya uno o más partidos. Para estos concejales a los que las urnas han colocado en la oposición, empieza ahora una larga travesía en el desierto, cuatro años en los que probarán el lado más amargo de la política. La literatura de la comunicación política destina poco espacio a las estrategias de oposición, a las que vamos a dedicar varios artículos ahora que comienza para miles de concejales una nueva etapa que, bien trabajada, también puede resultar apasionante.

Como todo en política, el proyecto de un partido en la oposición debe ser afrontado a medio y largo plazo, huyendo de las improvisaciones y de la falta de previsión. Es complicado ponerse a trabajar a cuatro años vista, pero si una lección ha dejado estas elecciones para muchos concejales que hoy se sientan frente al gobierno municipal es que las campañas también deben ser permanentes para la oposición. El lanzamiento del candidato tiene que ser en el momento preciso, ni demasiado pronto por riesgo a achicharrarse ni demasiado tarde para no llegar a las elecciones siendo un desconocido. Pero, independientemente de cuándo se anuncie al candidato y éste tome el control, la estrategia del grupo político municipal en la oposición ha de ser trabajada con tiempo, desde ya.

Pero antes de echar a andar con el objetivo de posicionarse en la mente de los ciudadanos como los verdaderos líderes que el municipio necesita, hay que pararse a realizar una reflexión sobre todo lo ocurrido y una autocrítica lo más objetiva posible para no volver a cometer los mismos errores.

Igual que el gobierno, la oposición no puede trabajar sin un objetivo claro, que no siempre tiene que ser ganar las próximas elecciones. El partido en la oposición ha de ser realista y saber si tiene opciones claras de gobierno o por el contrario aspira a liderar la oposición, a tener representación o a convertirse en una fuerza determinante para la constitución del futuro gobierno municipal, entre otras posibilidades.

Vistas las opciones, el siguiente paso es identificar al público al que se va a dirigir para conseguir el objetivo, así como determinar la estrategia, los temas claves y el mensaje central con los que llegar hasta esos futuros electores. Por último, los planes de acción y de comunicación serán una consecuencia del trabajo estratégico realizado para saber a quién, con qué y de qué manera dirigirse a un determinado segmento de la población.

Y todo ello ha de realizarse teniendo en cuenta que las campañas electorales tienen sus tiempos, al que deben acomodarse tanto el gobierno como la oposición. Existen varias clasificaciones acerca de las diferentes fases del proceso electoral, si bien una muy extendida es aquella que divide el periodo en cuatro partes: los primeros cien días, una etapa de tres años, una precampaña de 6 a 8 meses y finalmente los 15 días de campaña electoral.

Algunos partidos van a necesitar tiempo aún para superar la derrota electoral y el abatimiento que supone la pérdida del poder cuando se pasa del gobierno a la oposición. Pero es el momento de sentar las bases para trabajar en un proyecto político serio con visión profesional, apoyado en una correcta aplicación del marketing político. El consultor Isaac Hernández cree que “los tiempos de participar en política cuando puedo y quiero ya no tienen sentido; de no ser así estarán abocados a los mismos resultados de siempre”.

Este gobierno “no” debe continuar

La lógica de toda campaña electoral es que el votante se sitúe a favor o en contra del gobierno. Algunos electores toman su decisión años antes de acudir a las urnas, mientras que otros lo hacen en plena campaña o incluso el mismo día.

La principal obligación de los partidos en la oposición es instalar y fortalecer el “no” en la mente de la mayoría, en palabras del psicólogo Daniel Esquibel, quien advierte que “construir ese no es una evolución gradual que lleva su tiempo. No es un café instantáneo ni una explosión; es un proceso y deben respetarse los tiempos de la gente”.

En estos momentos en los que se está analizando y elaborando la estrategia de oposición hay que tomar la difícil decisión de cuáles son los temas con los que se va a llegar al electorado en estos años. La elección de los temas es de suma trascendencia estratégica porque identificarán al partido político durante estos años y permitirán aglutinar adeptos a la causa. Los temas ayudan, además, a la instalación de ese no en la mente del votante.

“La gente no va a decidir por miles de argumentos o razones, sino por 2 ó 3 temas simples, fáciles de comprender, ligados a la experiencia de las personas y sentidos como importantes”. Así es como Esquibel cree que se instala a la idea de que “este gobierno no debe continuar”.

No se puede colocar en la mente el no al gobierno sin una estrategia clara de comunicación que también debe abarcar todo el periodo entre elecciones, con distinta intensidad según el momento. Como afirma Isaac Hernández “la comunicación constante ya bien sea desde el gobierno o desde el lugar de oposición es una necesidad imperiosa para cambiar la imagen del ciudadano, y si no nos ven, no nos van a recordar”.

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