Charo Toscano
Consultora de Comunicación

Por qué Abel Caballero es el alcalde más votado

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Su very wellcome everybody here durante el encendido de las luces de Navidad en noviembre de 2018 lo catapultó con un alcalde meme, aunque Abel Caballero ya era famoso entonces por sus ocurrencias. Tras el estilo personalista e histriónico se encuentra un personaje que ha evolucionado políticamente hasta convertirse en 2019 en el alcalde más votado de la democracia en una de las grandes ciudades de España, aquellas que tienen más de 250.000 habitantes. Nada en Caballero es improvisado. Debe su éxito, entre otros factores, a una estrategia muy calculada y a una meticulosa planificación de sus acciones.

En sus primeros comicios municipales en 2007 recibe el 29% de los votos y en 2019 el respaldo se sitúa en el 68%, un hito sin precedentes. Desde que llegara a la alcaldía de Vigo tras formar coalición el Partido Socialista de Galicia con los nacionalistas del BNG, Caballero ha ido conquistando espacio hasta lograr resultados impensables para la mayoría de los regidores españoles. Desde la alcaldía logra el reconocimiento nacional, un puesto reservado para los alcaldes de Madrid, Barcelona y poco más. Es lo que podríamos catalogar como un caso de éxito. El alumbrado navideño ha disparado su presencia en medios de comunicación de todo el país, protagonizando videos con descargas millonarias. Pero la iluminaria es el colofón de una estrategia que comenzó muchos años atrás y que lo ha consagrado como el alcalde más votado de España, ampliando su apoyo electoral en cada mandato.

El político que hoy es Abel Caballero no puede explicarse sin conocer antes su biografía. Doctor en Economía por las universidades de Santiago de Compostela y de Cambridge, fue ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones en el gobierno de Felipe González entre 1985 y 1988. Se mantuvo como diputado del Partido Socialista en el Congreso hasta 1997, año en el que compitió con Manuel Fraga en las elecciones a la Xunta de Galicia. Tras su derrota, con el peor resultado logrado hasta entonces en unas autonómicas, abandona la política y regresa a las aulas de la Universidad hasta que en 2005 es rescatado para presidir la Autoridad Portuaria de Vigo. En 2007 se presenta a las elecciones municipales y logra la alcaldía tras formar un gobierno de coalición con el BNG. Justo en ese momento aparece el personaje que va evolucionando hasta convertirse en el Abel trendic topic y que en cada elección mejora los resultados de las anteriores.

En su trayectoria política se aprecia una evolución de la persona. Adopta un papel pretendidamente provinciano y, sin embargo, fue el primer español en doctorarse en Economía en Cambridge. Formado en el establishment, abandona la política tras perder las elecciones autonómicas. Regresa en 2005 con la lección aprendida y emerge un político que recuerda a Paco Vázquez por su sentido del localismo y la búsqueda de un enemigo exterior; a Fraga por su capacidad de trabajo y a Miguel Ángel Revilla por su campechanía.

El rasgo más característico de Caballero es su comunicación, desarrollando una estrategia ultra personalista. Tanto es así que, en el primer mandato con el Bloque, diferenció los carteles del Concello y los de Alcaldía, atribuyéndose las obras que se realizaron en ese periodo. El resultado fue que en las elecciones municipales de 2011 el PSdG sube hasta 11 concejales a costa del BNG, y los nacionalistas deciden apoyar la investidura de Caballero pero se retiran de la coalición de gobierno.

Campaña permanente

Con la mayoría absoluta en 2015 (pasan de 11 a 17 concejales), Abel Caballero destapa definitivamente su perfil político. “Se intensifica el proceso de grandes proyectos y de espectacularización de su figura, aprovechando para explotar la emocionalidad de sus mensajes sobre un viguismo imperante”. El experto Álex Fernández Garrido realiza esta afirmación en el libro El fenómeno Abel Caballero. Ejecución de una campaña permanente (2021) editado por la colección Ediciones Beers&Politics. Se trata de un riguroso trabajo en el que el autor analiza las características del liderazgo de Abel Caballero y revela los resortes políticos y comunicativos que explican su éxito electoral.

Según este estudio, Caballero es “esencial” para que el Partido Socialista de Galicia pueda lograr los resultados que hoy obtiene en Vigo, donde acaparan 20 de los 27 concejales. Esto se debe a que el alcalde logra el apoyo de votantes de todas las franjas ideológicas, generando un movimiento catch all (partido atrápalo todo) en torno a su figura. Consigue absorber voto del PP alejándose de la marca socialista.

La estructura de comunicación que ofrece Caballero responde a la conocida “campaña permanente”, aquella que define la gestión de gobierno como una campaña perpetua con la intención de mantener la popularidad del político. El alcalde de Vigo ofrece una rueda de prensa diaria, maneja los tiempos no dejando que la oposición tenga fortaleza en sus críticas y “logra transmitir su proyecto político a cada momento y en cada acto”.

Fernández Garrido establece en seis los pilares de su posicionamiento: constantes referencias al enemigo externo de la ciudad, un papel asignado al presidente gallego Alberto Núñez Feijoo, el culpable de todos los males de la ciudad; una gestión cercana, evolucionando de un perfil clásico de alcalde a un líder “simpático y amable” que en sus paseos atiende a los ciudadanos y se hace fotos con todo el que lo solicita; planificación exhaustiva con su equipo tanto de los mensajes que tiene que lanzar diario como de la transformación de la ciudad, calculando los réditos electorales; liderazgo personalista en el que él es el protagonista de todas las intervenciones públicas del Concello de Vigo, afianzando su marca propia; mediatización, acaparando las apariciones públicas mediante la estrategia de periodización (habla de un mismo tema durante las diferentes fases de su proceso administrativo), a lo que suma sus apariciones en medios de comunicación nacionales; y emocionalidad gracias a un exacerbado sentimiento de orgullo vigués con el que eleva la moral de la ciudadanía.

¿Y de todo esto qué dice nuestro protagonista? Con Abel Caballero ha comenzado la nueva temporada del programa Salvados de la Sexta. Frente a Gonzo, el alcalde defiende su política comunicativa: “hacer que un video sea viral es una forma de comunicar; pero si no hay sustancia, olvídate”. Caballero reivindica la autenticidad del político (“no se puede ser otra persona; hay que ser como es cada uno”) y revela las claves de su éxito: “atender a toda la ciudad y borrar las fronteras ideológicas”.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Suscríbete al Blog

Más artículos publicados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *