10 claves para discursos en las crisis que convenzan y sean eficaces

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Sala de prensa con un micrófono en primer plano
Durante las crisis, las intervenciones públicas son continuas.

La capacidad para transmitir mensajes efectivos es esencial para mantener la confianza y la calma en la sociedad cuando se producen acontecimientos que crean inestabilidad. Los discursos en momentos de dificultad pueden marcar la diferencia entre la incertidumbre y la esperanza. Descubre cómo los portavoces pueden dominar la comunicación en crisis y convencer a través de discursos que inspiran confianza y acción. Este artículo brinda recomendaciones para enfrentar los desafíos de la comunicación en situaciones críticas.

Discursos políticos durante las crisis

La principal función de un portavoz es convencer, y en momentos de dificultad tiene, además, que transmitir seguridad y confianza. En una situación de crisis, el portavoz es una figura clave.

La gestión de crisis implica comunicación. Los mensajes impactan de manera especial en estos momentos, y los líderes políticos e institucionales tienen que asegurarse de que sus palabras convencen y transmiten confianza.

La palabra tiene poder, y en momentos de crisis cobra más valor. Los líderes deben dirigirse a la audiencia para comunicar mensajes específicos, y dependiendo de cómo sea ese discurso, intervención o entrevista, así habrá resultado más o menos eficaz la comparecencia.

En las crisis existe una hipersensibilidad y, por tanto, todo tiene que estar muy bien medido. Una palabra de más, o una de menos, puede tener consecuencias negativas y no conseguir el objetivo fundamental de un discurso: convencer y generar confianza.

En momentos de incertidumbre, las personas están bajo un fuerte impacto emocional, económico y personal, y por ese motivo, en la gestión de una crisis no se puede dejar de lado o menospreciar la comunicación. La gestión debe comunicarse y la comunicación tiene que ser eficaz. No hay otro secreto.

Pensar y analizar antes de hablar

Un buen discurso ha de ser pensado, escrito y ensayado porque, de cómo sea esa actuación final, habrá tenido éxito o no. Y para que la comunicación sea eficaz, la fuerza de la palabra necesita el contrapoder del silencio, el refuerzo de las emociones y el acompañamiento de la escucha.

Hablar por hablar nunca ha tenido sentido, y ahora aún menos. En tiempos de crisis, los mensajes impactan en la sociedad, en la economía y en las relaciones humanas. Por ese motivo, cuando un líder político se dirige a la audiencia, no puede olvidar que esa comunicación tiene que ser eficaz para alcanzar el efecto deseado.

 Recomendaciones para discursos poderosos

1.    Hablar mucho no es una comunicación efectiva. Di todo lo que puedas en el menor tiempo posible, y si es en menos de 15 minutos, mejor. Habla lo justo, sobre todo si no eres buen orador, y deja que los demás también hablen.

2.    Escucha con humildad. Si a las personas que hablamos les damos la oportunidad de que nos hagan observaciones estaremos fortaleciendo nuestra comunicación con esas aportaciones.

3. Pregúntate para qué das un discurso o por qué te estás dirigiendo a la audiencia. Aunque parezca increíble, a veces nadie lo tiene claro, ni siquiera el que está hablando. Céntrate en un solo mensaje, en dos como mucho, y desarrolla todo el contenido en torno a esas ideas.

4.    Muestra seguridad en lo que estás diciendo, sólo así podrás generar confianza. Para eso es importante tener preparado con antelación lo que vas a decir.

5.    Elige muy bien las palabras y sé preciso para evitar confusiones o malos entendidos. Emplea una estructura simple (introducción, nudo y desenlace o problema-solución), un lenguaje sencillo y usa términos como esperanza, concordia, superación.

6.    Emplea pocos datos y envía a los medios de comunicación por email el cúmulo de información que sostienen las decisiones adoptadas. Los datos sobran en una comunicación que sea empática.

7.    Evita noticias que sean falsas o decir aquello de lo que no estés completamente seguro que vas a poder cumplir. Rectificar y dar marcha atrás solo consigue aumentar la incertidumbre y te deja en muy mal lugar como líder responsable y al mando de la situación.

8.    Procura que tu comunicación no verbal sea impecable. Aunque estés presentando en línea, cuida tu imagen. Aparece erguido y muestra una expresión facial seria pero a la vez serena y amable.

9.    Abandona los discursos grandilocuentes, los sermones y la retórica hueca. Si te decides por alguna apelación a la épica, que sea en pequeñas dosis y con el objetivo de mantener la moral de quienes te están escuchando.

10.  Conecta con los problemas de la audiencia y habla solo de lo que preocupa a la gente, de lo contrario, te verán como a un líder responsable y al mando de la situación.

Sin comunicación no hay gestión de crisis, y no se puede mostrar un liderazgo creíble y solvente. En consecuencia, es obligación de todos los políticos tomarse en serio cómo comunican a la audiencia en estos delicados momentos.

Un último consejo: sé lo más brillante que puedas para que la percepción que los demás tengan de ti sea lo más alta posible.

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