Charo Toscano
Consultora de Comunicación

Liderazgos femeninos y coronavirus

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El coronavirus ha afectado de manera distinta en cada país y desiguales han sido las respuestas ofrecidas por sus gobernantes. Las gestiones más alabadas, sin embargo, tienen algo en común, y es que son naciones lideradas por mujeres. ¿Se trata de una casualidad o está el liderazgo femenino mejor preparado para enfrentarse a esta catástrofe? En cualquier caso ¿por qué ocurre este fenómeno?

En los dibujos animados, las mujeres suelen ser novias, madres o simplemente acompañantes de los héroes o los villanos, según un estudio realizado por la Universidad de Granada. Quedar relegadas a papeles secundarios significa que toman decisiones menos importantes, son personajes de menor complejidad, y reproducen estereotipos de género al presentarlas como mujeres celosas, consumistas, superficiales, obsesionadas por su aspecto físico y por agradar a los demás, según la conclusión de los investigadores.

Disney ha evolucionado su concepto de princesas hacia liderazgos femeninos, aunque “el mensaje continúa alineado con los roles más convencionales y tradicionales”, según la investigadora Virginia García Beaudoux. Mulan es una valiente guerra china pero engaña a su pueblo disfrazándose de hombre para poder liderar. Pocahontas se ve obligada a elegir entre el éxito de su labor pública o una vida romántica feliz. La Sirenita elige enmudecer a cambio de permanecer al lado de un hombre. Y Elsa, la protagonista de Frozen: la reina y de hielo, carece de habilidades para liderar e, incapaz de controlar sus emociones, congela su reino y se aísla en un mundo solitario.

En definitiva, Disney continúa representando los estereotipos clásicos, en opinión de García Beadoux: el liderazgo es masculino, son buenas lideresas porque imitan y se comportan como varones, una exitosa vida pública interfiere con la vida privada de las mujeres y, a diferencia de los hombres, sus emociones les hacen perder toda racionalidad y capacidad de liderazgo.

La fórmula que la industria de la animación atribuye a los superhéroes como varones dotados con poderes extraordinarios para mejorar la sociedad, mientras que las princesas son mujeres cuya inspiración suelen ser sus intereses amorosos y su vida familiar queda superada con la actual crisis.

La Universidad Johns Hopkins y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades han publicado diferentes informes en los que recogen que en siete países se han producido mejores respuestas hacia la pandemia, y destacan por su temprana intervención o por su capacidad de hacer test y aislar adecuadamente. Estas naciones son Dinamarca, Islandia, Finlandia, Alemania, Nueva Zelanda, Noruega y Taiwán, y todas tienen en común que están dirigidas por mujeres.

Hay países liderados por hombres en los que la respuesta también está siendo muy positiva (Justin Trudeau en Canadá, por ejemplo) pero es muy significativo que, de los países que están en la ONU menos del 10% cuentan con una mujer como jefa de estado o de gobierno, y precisamente las naciones que mejor están superando la crisis tengan a mujeres al frente.

Previsión, rapidez, un temprano cierre de fronteras, un confinamiento estricto y una campaña masiva de pruebas han sido acciones comunes casi en todos estos países, que también destacan por una comunicación directa, calmada, franca e innovadora, como los influencers en los que se ha apoyado en las redes sociales Sanna Marin (Finlandia), las ruedas de prensa exclusiva para niños de Mette Frederiksen (Dinamarca) y Erna Solberg (Noruega), las comunicadores diarias y las transmisiones en Facebook Lives de Frederiksen o las explicaciones de Angela Merkel sobre la epidemia que se han hecho virales. Por algo tiene un doctorado en química cuántica.

Retos

¿Cómo explicarlo? “Desde el punto de vista científico, es difícil argumentar que las mujeres responden mejor a las crisis”, según la profesora de Liderazgo y Organización de la Universidad de Essex, Elisabeth Kelan, quien alerta demás de que “no existe una forma única de liderazgo femenino”. En opinión de esta investigadora la clave podría estar en que las mujeres tienen que superar mayores retos para conquistar posiciones de poder y, por tanto, desarrollan más alternativas y flexibilizan su estilo.

El alto perfil académico de muchas de las mujeres de este grupo podrían explicar el buen manejo de la crisis en opinión de Núria Mas, profesora del IESE y consejera del Banco de España. Todos estos países también tienen buenas instituciones y “es muy probable que sean menos discriminatorios a la hora de escoger a una mujer como líder”, opina Mas, quien coincide con Kelan en no idealizar el liderazgo femenino.

Una característica común que también puede haber influido en la gestión de la crisis es que todos estos países están mejor preparados tecnológicamente para abordar una pandemia y disponen de más y mejores herramientas, circunstancias que confluyen con que, además, contaban con “excelentes líderes, sin duda ninguna, que han abordado la crisis con acierto, celebridad e innovación”, según María Solanas, directora de Programas del Real Instituto Elcano.

En todas ellas se ha podido apreciar la voluntad de tomar medidas rápidamente y la gran capacidad comunicativa, con empatía y pensando en la colectividad. A cambio, como respuesta, están obteniendo un amplio respaldo de la población. “En época de incertidumbre nadie tiene todas las respuestas pero para los ciudadanos es importante sentir que está en buenas manos”, explica Carme Colomina, investigadora del Cidob.

La etapa de negación de la crisis que hemos visto en líderes populistas como Bolsonaro, Johnson, Trump o López Obrador sencillamente no ha existido en estas dirigentes. Aceptaron la gravedad de la situación desde el primer momento y reaccionaron con rapidez. Junto a esta “honestidad” la consultora política en Ideograma Alba Hahn destaca la gran capacidad de empatía: “La resiliencia de una sociedad no viene de la evocación a la guerra, sino de reconocer las dificultades, incluso el miedo”. La gestión ha sido muy coherente con el estilo de liderazgo. No se percibe, según Alba Hahn, como estrategia de comunicación, sino que es su forma de afrontar la crisis.

En isla caribeña de Sint Marteen no disponen de tecnología ni casi de herramientas básicas para afrontar la crisis. Tan sólo 2 camas de cuidados intensivos para sus 41.000 habitantes. “No os mováis. Si no tenéis pan en casa, comed galletas, y si no, cereales”. El enérgico el mensaje a la población de su primera ministra, Silveria Jacobs, se hizo viral.

“A la política convencional le sobra testosterona y le faltan muchas más mujeres en el poder” es la conclusión a la que llega el analista Ignacio Varela.

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